Casa Virginia para mamá
Comer en compañía de cofrades cómplices de correrías gastronómicas que disfrutan de un plato confeccionado con sazón y buen gusto, de ese culto al placer de lo bien hecho, en esta ocasión el cachete de puerco en cerveza artesanal “Dos Palomas” deshaciéndose en paladar para provocar suculentas sensaciones, resultado de una cocción a fuego lento con esa textura suave impregnada con los jugos de la preparación, que acompañada con una copa de vino tinto de la casa, Amrita, te hace suspirar de placer.
Esta casona del Siglo XIX en la emblemática Colonia Roma se ha convertido en los últimos años en templo del buen comer, Casa Virginia, propiedad de una de las mejores chefs de México, Mónica Patiño y su hija Micaela; un concepto como si estuvieras en casa, compartiendo entradas, platos principales y postres, reconfortante costumbre que invita a convivir, a disfrutar en familia o con amigos y que no se puede perder. El lugar es ideal para celebrar a mamá en su día.
En la esquina de Casa Virginia se ubica El Delirio, tienda delicatesen donde compras preparaciones del día, que puedes comer en las mesas del establecimiento, que cuenta con una agradable terraza para quienes añoran los espacios abiertos. En esta ocasión presentamos a la mamá de Mónica, a Micaela, su hija, y por supuesto, a la famosa chef Mónica Patiño, quien nos abre la cocina de Casa Virginia en la intimidad del hogar en una producción de Jorge Sánchez.
El pan es una delicia, campesino, baguette, crujientes, con ese reconfortante gusto fermentado, ideal para acompañar como la entrada de cecina de salmón marinada en mezcal y vinagreta de cítricos, perfectamente sazonada para permitir aflorar en paladar una exquisita mezcla de sabores marinos complementados por el ahumado de la bebida y la acidez como punto a rematar, lonjas de pescado de agua fría perfectamente aliñadas sobre una tostada de pan baguette. Se antoja, ¿verdad?
Para maridar y celebrar la reunión de esta nueva cofradía integrada por Sonia, Gladys, Gaby y yo, convirtiéndose en deliciosas reuniones para disfrutar buena cocina y bebidas para maridar como Espuma de Piedra, rosado, del genial enólogo mexicano Hugo D’Acosta.
Una delicia, con la acidez refrescante y efervescencia ideal para la entrada de salmón y el foie gras con compota de higos y vinagreta de frambuesa, todo confeccionado en casa. El gusto graso del hígado de pato elaborado con dominio, acompañado por la dulce presencia del fruto preparado con ese punto justo entre dulzor y acidez, que al encuentro con la efervescencia de la Espuma de Piedra, resulta una delicia.
La ensalada del huerto con radiccio fue la parte verde y fresca de la cena, con rebanadas finas de rábano y cebolla aderezada con exquisita vinagreta perfectamente balanceada.
Como plato fuerte nos decantamos por el cachete de cerdo, exquisito en verdad y súper recomendable, enaltecido por el vino tinto de la casa, confeccionado para la chef Mónica Patiño con la asesoría del enólogo Joaquín Prieto con uvas Cabernet Sauvignon y Grenache Noir producido en la Vinícola Tres Estrellas en Ensenada, Baja California.
De guarnición nos decantamos por la coliflor horneada con queso y chipotle, exquisita en realidad, ese gusto reconfortante del vegetal al encuentro con el gusto lácteo, el toque picante y el retrogusto dulce en íntimo encuentro, que fue de maravilla con el tinto de la casa.
Como postre preferimos algo ligero y delicioso como el gazpacho de frutos rojos con albahaca y helado de pétalos de rosas; refrescante y muy sabroso dulce final, que marcó una exquisita velada en compañía de cómplices cofrades de correrías gastronómicas.
Enhorabuena para la chef Mónica Patiño en este Día de las Madres, para su hija Micaela, para su mamá y para el equipo de comedor y cocina por complacer con su servicio y sus creaciones a los amantes de la buena mesa.