Consejos en la postura del árbol
La postura del árbol o Vrksasana, es una postura de equilibrio y como todas las posturas de equilibrio ayuda a desarrollar y a mantener el equilibrio físico y mental. Comienzas cultivando este equilibrio en el cuerpo físico y poco a poco comienza a plasmarse en tu vida diaria, en todos los planos que conforman tu vida. El equilibrio es afectado por el estado emocional y aprendiendo a balancear el cuerpo, aprendes a calmar la mente.
Para incorporar la postura ayuda visualizar un árbol, el de tu preferencia, quizás uno con flores rojas o naranjas o quizás uno enorme como un sabino, observa la majestuosidad y elegancia de un árbol, su quietud y al mismo tiempo su flexibilidad. Un árbol te enseña a honrar y a respetar tus raíces y como un árbol, con sus raíces profundas y poderosas, imagina que de las plantas de tus pies salen unas raíces que van al fondo de la tierra y allí se anclan. Eso le permite al árbol crecer grande y frondoso hacia el cielo. Así tú, una postura bien asentada en la tierra te permite crecer. Del ombligo hacia abajo me clavo en la tierra pero del ombligo hacia arriba me alargo y me estiro.
Distribuye el peso de tu cuerpo para poder elevar una pierna, mantén el hueso sacro dirigido a la tierra, contrae el abdomen y respira de manera natural. Si te sientes cómodo y seguro, estira tus brazos por encima de tu cabeza, manteniendo hombros y cuello relajados. O ponlos en postura de cactus, o en forma de T, como tu prefieras, lo que te permita conservar tu equilibrio. Sostén la postura por tres a cinco respiraciones profundas y cambia del otro lado. Recuerda que la planta del pie puede ir a la altura del tobillo, de la pantorrilla o del muslo y si es necesario acércate a un muro o una silla. Namasté!