Fonda Garufa: sabor de barrio
Dirección: Michoacán 93
Colonia Condesa
México, D.F.
Huevos montados sobre un pan campesino de manufactura artesanal bañado con jitomate fresco y gotas del reconfortante gusto de un aceite de oliva virgen extra de excelente calidad complementado con el rancio gusto del jamón serrano, me transportaron al primer bocado a los sabores catalanes, donde la calidad de la materia prima y el arte de preparar los estrellados hacen de este desayuno una deliciosa opción para quienes buscamos sabores diferentes.
Con dos décadas de ofrecer una carta relajada y sabrosa, además de ser pionera y testigo del boom restaurantero de la colonia Condesa, Fonda Garufa mantiene la calidad en su cocina y en su servicio, renovándose continuamente para permanecer en el gusto del comensal, que con la abrumadora competencia es cada vez más exigente y conocedor de vinos y preparaciones.
Los jugos naturales son indispensables en un desayuno mexicano y en esta ocasión me decante por un quema grasa de apio, piña, nopal y toronja; una refrescante combinación entre la acidez amarga herbácea de las frutas y el vegetal, haciendo de esta preparación una refrescante bebida verde preparada al momento.
Mi cómplice de correrías gastronómicas prefirió un depurador del sistema sanguineo, un jugo compuesto por una sabrosa mezcla entre la dulzura de la zanahoria y el betabel con el gusto herbáceo del apio con toques a clorofila, transformando esta agradable combinación color rojo, que llega a la mesa todabía con espuma como testigo de su recién manufactura.
Y como esa mañana la influencia española se imponía, me decidí por huevos mediterráneos, igualmente montados en hogaza de pan campesino artesanal, delicioso, ese aroma a trigo recién salido del horno, que hace de esta sencilla preparación un verdadero manjar, donde rebanadas gruesas de jitomate salteado, cuya acidez se mezcla con el gusto lácteo del queso feto, la delicadeza grasa del aceite de oliva, la fuerza herbácea de albahaca fresca y orégano seco, y el suave amargor de aceitunas negras.
El café es otro obligado en la Fonda Garufa, su calidad y excelente preparación, donde el aroma invita a disfrutarlo, ya sea expresso o capuccino están confeccionados con dominio del barista para exaltar las propiedades del aromático recién molido para ofrecer al comensal lo mejor de sí.
Las frutas de temporada montadas en la barra de la terraza son una invitación a degustarlas con su variedad de sabores y colores, que puedes acompañar con yogur natural y granola como prueba de la importancia que presta este establecimiento a la frescura de la materia prima con que prepara sus alimentos.
En otra ocasión probaré de sus sugerencias el quiche de poro con mozzarela o el omellete de chicharrón en salsa verde o roja con chorizo o de su carta los hot cakes integrales con jengibre en salsa de ciruela o kiwi en tozos, que de sólo leer el menú se antojan.
Garufa ha pasado de una fonda alternativa a uno de los establecimientos con más prestigio de uno de los barrios con más onda de la ciudad de México. Felicidades a Fernando Campo y a Santiago, que como amigos y socios han sabido mantener la calidez y calidad en este restaurante, que a lo largo de 20 años ha crecido y evolucionado distinguiendose por su buena cocina.