Maximo Bistrot es lo máximo
Maximo Bistrot es lo máximo, es un restaurante ubicado en uno de los barrios con más onda en la Ciudad de México, con mesas en la terraza, que a pocas años de su apertura se ha ganado un lugar respetado entre gourmets y foodies.
Sin duda uno de los mejore chefs de la Ciudad de México es Eduardo García de Maximo Bistrot Local, quien apuesta por una cocina con profundo respeto al ingrediente y una sazón que te hace “tocar el cielo” al primer bocado; en esta ocasión un “toro” o pancita de atún en corte grueso tipo sashimi, cuyo gusto marino y delicada textura es acompañado con kimchi como influencia coreana y finas rebanadas de chile verde y rábano, además de una «pomada» de aguacate como parte del menú degustación de siete tiempo. Delicioso inicio de una exquisita experiencia.
Este restaurante se ubica en la calle Tonalá en la Colonia Roma, siendo parte del boom gastronómico que se ha detonado en este agradable barrio de la Ciudad de México, que ha ido marcando la evolución de una metrópoli, donde cada vez se come mejor.
Eduardo como chef y su esposa Gabriela López como responsable del comedor, han hecho realidad su sueño de abrir un establecimiento exitoso en su país. Tanto que este año abrieron Lalo, un nuevo restaurante justo frente al Maximo.
Para maridar la degustación nos decantamos por un Espuma de Piedra, un espumoso confeccionado por el enólogo mexicano, galardonado en innumerables ocasiones como una de las estrellas del vino mexicano, cuya bodega se ubica en el Valle de Guadalupe, donde se produce más del 80% de vino nacional de calidad.
Como segundo tiempo, verduras orgánicas como camote y papa morada confitados acompañados con un cremoso rissotto con trufa, que nos hizo agradecer la elección. Sabores reconfortantes de tubérculos de acento dulce y almidonado complementados con el arroz alboreo cocinado con maestría, complementado esta preparación con la intensidad del hongo, en un bocado que nos hizo “suspirar de placer”.
Pollo orgánico con brócoli y espuma de trufa, resultó muy sabroso el ave de piel crocante cocinado con al término justo en deliciosa reducción y un toque intenso provocado por le hongo en contraste con el vegetal hacen de este plato un exquisito plato fuerte, que encantó a Ursula, Claudia y Sonia, cómplices de correrías gastronómicas con quienes he descubierto el delicioso gusto de la bien hecho.
El raviol con vieiria y hojas verdes de marcada influencia oriental hacen de este plato una reconfortante experiencia, el gusto de la pasta al encuentro con el sabor marino de delicada textura en agradable fusión con herbácea presencia del vegetal, transforman este tiempo en cautivante placer en paladar.
Para quienes amamos la carne, el Rib-eye de cordero con puré verde y morillas nos hizo “chuparnos los dedos”. El término justo, rojo por dentro y cocido por fuera exaltando las bondades de una carne jugosa de exquisito sabor, que hizo que Sonia y Ursula quedarán cautivadas con este plato, cocinado al momento por el chef.
Tuvimos la suerte de encontrar una mesa cerca de la cocina como testigos de la pasión y dedicación que el chef pone en cada plato. Qué maravilla confirmar el talento de este cocinero, originario de Guanajuato, que ha sabido poner el nombre de México a todo lo alto. Iniciando su carrera profesional desde muy joven en las cocinas de restaurantes reconocidos en Estados Unidos.
Como postre disfrutamos de un sorbete de piña rostisada con gelatina de frutos rojos y exquisitas hojas de gusto anisado en un refrescante y agradable final dulce con deliciosos toques de acidez.
Finalizando con un pay de maracuya con helado de pimienta y frutos rojos en increíble combinación de sabores que nos hizo comprobar, una vez más, la calidad y maestría de este chef mexicano, producto del talento, la pasión y el trabajo de quien conoce su oficio.
Enhorabuena para Eduardo, su esposa y el equipo de cocina y comedor, que en poco tiempo han colocado a Maximo Bistrot Local como uno de los mejores restaurantes de la Ciudad de México.