Pangea: el mejor restaurante de Monterrey
Con una propuesta de cocina contemporánea de marcado acento francés, confeccionada con ingredientes del norte de México, Pangea es, sin duda alguna, el mejor restaurante de Monterrey. El chef Guillermo González Beristaín y Karina Barbieri han sabido formar un equipo de profesionales que complacen tanto en cocina como en servicio a un comensal exigente que ha evolucionado con las creaciones de este gran cocinero mexicano, manteniéndose en el gusto de empresarios y familias regias con una historia de casi 20 años.
En esta ocasión Paralelo Norte fue el marco de esta deliciosa visita al restaurante Pangea con un menú degustación de siete tiempos que tuve la fortuna de compartir con dos queridos cómplices de correrías gastronómicas, Sonia Ortiz de Cocina al Natural y Claudio Poblete de Culinaria Mexicana.
Como primer tiempo una Panna cotta de hinojo con anchoas y tomate, una delicadeza de exquisito sabor donde el aromático de la hierba al encuentro con la potencia salina del pescado y la frescura acida del vegetal, hacen de esta preparación una entrada agradable que cautiva al paladar desde el primer bocado. Como maridaje, una cerveza artesanal de la casa denominada Boca Negra, cuyo acento amargo complementa la experiencia en boca.
Poro estofado, escalopa de foie gras y vinagreta tibia de piel de pollo es un plato perfecto para quienes amamos el gusto del hígado graso, que al mezclarse en boca con el vegetal y la crocante textura del chicharrón de ave en un caldo reconfortante que maridó de maravilla con un vino blanco mexicano, Lágrimas, confeccionado con uva Sauvignon Blanc del 2014, de Viñedos Llano Colorado del Valle de San Vicente en Baja California.
La pesca del día en costra de nuez de Parras, guiso de papa, coliflor, pata de res, emulsión de limón Eureka y chile güero resultando un bocado excelentemente logrado, que al maridarlo con otro vino blanco de Ensenada, Afrodita elaborado con uvas Chardonnay y Chenin Blanc. Una cocción perfecta que permite que al cortar la carne blanca del pescado se deshace al contacto con el tenedor.
La codorniz deshuesada y rostizada con quinoa, puré de cereza ahumada y el jugo de sus huesos me encantó. Jugosa y sabrosa carne de la pequeña ave que al cocinarse a fuego lento acompañada del agradable gusto del fruto de ligero acento ahumado que acompañamos con un vino blanco de interesante personalidad.
Cordero de Coahuila en dos preparaciones, lomo rostizado y espaldilla estofada con reducción de su jugo con comino y chile piquín, montado con un puré de verduras quemadas en paladar provocó una explosión de sabores con esa delicada personalidad que el chef Guillermo González Beristaín imprimé en cada una de sus creaciones con un gusto refinado que remite al gusto norteño.
Como maridaje el vino de la casa Sang Bleu, elaborado en Francia cuya personalidad y equilibrio acompañó de lo mejor a este plato que nos hizo “tocar en cielo” en cada bocado que maridamos con este caldo.
Para limpiar paladar continuamos con una sopa fría de fruta de la pasión y albahaca, refrescante sorbete herbáceo que al encuentro con el fruto provoca en neutraliza en boca el potente gusto el cordero en sintonía con el vino tinto.
Cerramos con un Financier de chocolate semi amargo, queso de cabra y betabel ahumado. Un bocado dulce que nos hizo agradecer el final de una conversación en torno a las delicias que en Pangea nos sirvieron y que evidencia el talento de uno de los mejores chefs mexicanos.
Enhorabuena para el chef Guillermo González Beristaín y Karina Barbieri, quienes desde la cocina y comedor han sabido hacer escuela formando un equipo de profesionales comprometidos con este delicioso oficio del bien hacer provocando exquisitas experiencias entre gourmets, gourmand, sibaritas, foodies o simples mortales que saben disfrutar de una comida excepcional. Sin duda, el mejor restaurante de Monterrey es Pangea.