Regreso a Anatol Kitchen
Uno de los mejores restaurantes de la ciudad de México en cuanto a confort food con una propuesta creativa del chef Justin, quien cuenta con esa sazón que sabe tocar el paladar de quienes disfrutamos el placer del producto de temporada, fresco y de calidad reinterpretados por un cocinero con dominio del oficio, complaciendo los gustos más exigentes.
Ubicado en el Hotel Boutique Las Alcobas, en Avenida Masaryk esquina con Anatole France, Anatol Kitchen cuenta con ese ambiente que invita a compartir y disfrutar de una larga estancia, donde personajes como Joaquín Sabines, entre otras almas sensibles acuden a degustar una cocina que reconforta el paladar y, de paso, el alma de quienes amamos comer bien.
Como bienvenida, hummus confeccionado con garbanzo y coronado con jitomate confitado y hojas verdes frescas para untar sobre pan crujiente con semillas de girasol en armónico encuentro, ideal para olvidarnos del caos en que se encuentra la zona de lujo de Polanco, debido a las obras de remodelación en Masaryk.
Una copa de albariño, refrescante vino blanco gallego de la denominación Rias Baixas, con esa sutil acidez frutal que le caracteriza, fusionándose en boca con el reconfortante gusto del garbanzo, la pasta de ajonjolí, aceite de oliva extra virgen y un toque de especias, resaltando así ese gusto de la cocina de Medio Oriente.
En Anatol les recomiendo compartir para que prueben diferentes platos, ya que son bastos e ideales para una velada entre cómplices de correrías gastronómicas, en esta ocasión Norma y Sonia, disfrutaron tanto como yo, este delicioso placer ”cocinado con esmero”.
El hamachi, pescado también conocido como bonito, pargo, jurel o pez limón con carpaccio de aguacate, fresa, albahaca, consomé de fresa y ruibarbo; una mezcla exquisita que de sólo recordar se me hace “agua la boca”, el sabor del pescado de suave textura y agradable gusto marino envuelto con la acidez del fruto en rebanadas, el acento herbáceo y como complemento la salsa frutal de retrogusto dulce.
Justin como cortesía nos ofreció un atún aleta amarilla de Ensenada con confit de porcini, jitomate cherry en pasa, chips de ajo y aceite de oliva. Una agradable mezcla donde la textura del hongo y el pescado al fusionarse en boca con crujientes láminas de sabor ligeramente dulce, provocando una sabrosa explosión en paladar.
El Brooklyn sandwich es un obligado en Anatol Kitchen, confeccionado en deliciosas rebanadas de pan de centeno, corned beef hecho en casa, queso gruyere, ensalada de col, aderezo ruso y pepinillos. Servido con guarnición de papas a la francesa con queso Parmesano Reggiano, sal de Colima, romero y alioli como aderezo; deliciosas en verdad, crujientes, calientes, con la potencia del lácteo y la salinidad justa para exaltar el bocado almidonado en una mezcla perfecta.
Del apartado del mar nos decantamos por el bacalao de Puerto Ángel, Oaxaca, sobre puré de coliflor, salicornia, spaetzle, chimichurri de jitomate y piñón. Interesante fusión de sabores que deja al descubierto el sabor del pescado de carne blanca y agua fría con ese gusto marino cocinado al término justo para dejar aflorar deliciosas lajas exaltadas por la sutil presencia del vegetal con tropezones salinos, la acidez del aderezo y la reconfortante semilla en armónico encuentro.
De los postres nos decantamos por una degustación, donde el pastel tres leches con mango, jarabe de jamaica, limón, crema y nuez de la India. Así como el pastel de zanahoria con piña, nuez de Castilla y helado de coco tostado resultaron el dulce final, ideal para dar término a una exquisita velada.