En yoga, la postura de descanso se denomina Savasana, y con ella se cierra la secuencia. Es muy importante dedicarle 5 a 10 minutos a esta postura, para darle el tiempo suficiente al cuerpo y mente,  de absorber los beneficios de la práctica  que acabas de realizar, es como imprimir un sello de calidad.  Este descanso te permite ir volviéndote más receptivo a las sensaciones en tu cuerpo, a la actividad en tu mente, a convertirte en un observador de ti mismo.

Es en el descanso donde tu cuerpo se recupera y se renueva, rejuvenece.  De manera que puedes hacer esta postura cada vez que lo necesites, no sólo en la práctica de yoga, sino durante el resto del día, cuando necesites una pausa. En este video te muestro dos distintas opciones en las que puedes incluir cojines de diferentes tamaños como el bolster, mantas por si te da frío o para recostarte sobre ellas, un costalito para tapar los ojos o un pañuelo.  Encuentra un lugar tranquilo donde no te molesten por unos minutos, pon una música suave que te agrade o sonidos como el de las olas del mar, del viento. Si puedes, agrega un aroma, una velita, un difusor, un incienso. Por ejemplo la lavanda induce al descanso. Y prepárate a disfrutar una de las más deliciosas y reconfortantes experiencias.   ¡Namasté!