La práctica de yoga es una excelente y maravillosa manera para que los niños (y también los adultos), exploren sus cuerpos, sus mentes, sus corazones. Es una de las mejores maneras que yo conozco de darles los recursos y herramientas que necesitan para vivir vidas felices, plenas y saludables.

Hoy en día todo el mundo vive bajo mucha presión y los niños no se se escapan de esta situación. Hemos visto niños afectados por la ansiedad, el estrés, abrumados por tantas tareas, actividades, compromisos, competencias, esto les lleva a tener un fuerte impacto en su aprendizaje y en su desarrollo. Brindarles una práctica de yoga en su vida diaria, les dará las herramientas y destrezas para manejar de forma saludable con todo esto. Creando una secuencia de acuerdo a sus edades y necesidades. Enseñándoles técnicas de respiración que los calme y aumente su atención y concentración, de tal forma que aprendan a responder de manera apropiada y no a reaccionar, así toman mejores desiciones.

Desde luego, es importante hacerlo de manera divertida, jugando, existen muchos centros donde brindan clases para los niños. Pero si tu mamá ya practicas yoga puedes ir introduciendo a tus niños y así compartir con ellos, no hay nada que haga más feliz a un niño que jugar con sus papás.

Ayuda a tus niños a reconocer su grandeza y cuando algo inesperado suceda, toma una pausa,  enséñalo a respirar profundo   y anímalo a tratar de nuevo. ¡Namasté!