Abril, recuerdos con sabor a pastel
Añoro los festejos de abril, extraño celebrar el Día del Niño porque en casa ese día era todo un acontecimiento, era festejar a mis pequeños en grande. Todos disfrutábamos enormemente esa fecha, sobre todo porque me convertía en toda una repostera.
Ese día siempre les preparé algo simple, sencillo, pero para ellos era el mejor pastel del mundo, porque llevaba todo el amor de mamá, llevaba todo el cariño que se puede verter en la cocina.
Un día antes del 30 de abril, o ese mismo día pero por la mañana, me dirigía al supermercado a comprar las cosas necesarias para elaborar el pastel: harina (por supuesto, Tres Estrellas), mantequilla, azúcar, huevo, royal y vainilla. Ah, y para el relleno, se los hacía con diferentes ingredientes, aunque a ellos les encantaba que la crema batida con zarzamora, se chupaban los dedos con esa mezcla.
Mis hijos siempre disfrutaron que yo “jugara” a la repostera, pero además ellos me asistían, ellos eran mis pinches. Salvador y Atenas siempre fueron mis pequeños cómplices en la pastelería, para ellos era un juego, se divertían y compartían conmigo su alegría y su inocencia. Vivíamos cada momento de esa gran fiesta y ¡Cómo no! se trataba de celebrar a los reyes de mi casa.
Ahora, ya son profesionistas y cada uno tiene sus propias ocupaciones, pero cuando de pastel se trata, siempre están aquí, a la espera de que les prepare una deliciosa tarta, totalmente casera pero con ese toque tan especial que tenemos las mamás.
Aunque ya no es una regla festejar en casa el día del niño por razones obvias, los sigo consintiendo con algún pastel siempre que ellos me lo solicitan, o bien, para su cumpleaños o alguna fecha en especial, y para eso me hacen peticiones muy especiales, como la que me hicieron para la siguiente ocasión especial: un pastel de zanahoria.
Este pastel lleva los ingredientes básicos de cualquier pan, pero con el plus de la zanahoria y el aceite de maíz. Aunque no se trata de un postre ligero, si es delicioso y vale la pena prepararlo de vez en cuando, sobre todo si se trata de consentir a la familia, porque la memoria gustativa los acompañará el resto de su vida.
Contar historias y no poner la receta,,es perder el tiempo,tuyo y el nuestro,no crees?
como hacemos para saber la receta del postre tres estrella?