¡Tamales que no puedes dejar de probar!
En la ciudad de México hay diversos lugares donde venden ricos tamales; sin embargo, hay unos en particular que superan mis expectativas, tanto por su exquisito sabor, como por la originalidad de sus ingredientes, y me refiero a unos que venden de la manera más clásica, es decir, en carritos y en la calle.
Considerados unos tamales gourmet, por la materia prima utilizada, su producción y la manera de venderlos, estos están ubicados en algunos pasillos de la Central de Abasto y en el Parque de los Venados.
Estoy segura que al conocerlos no podrás comer sólo uno, ya que la amplia variedad de guisos que los componen te harán saborear y dudar cuál elegir, además su rico y humeante aroma te conquistará. Por algo, semanalmente preparan cerca de 5 mil tamales, aproximadamente.
Tiene desde lo más comunes, como el de salsa verde con puerco, o pollo, queso, rajas, oaxaqueños y champiñones en salsa verde, pero su distinción es mayor cuando de sabores dulces se trata, ya que cuentan con queso y zarzamora, queso con fresa, piña o durazno con queso, arándanos o el favorito de muchos: el de coco con cajeta.
Cabe mencionar la excelente textura, vaporosos, con una cocción ideal, cuyo sabor rápidamente invade su paladar y te deja una agradable sensación, de haber consumido un alimento hecho con productos de calidad.
Con año y medio en este negocio de tamales gourmet, Pablo Uribe Rangel, su propietario, quien estudió Gastronomía en la Universidad Anáhuac del Sur, además de tomar algunos cursos en el Culinary Institute of America, de Nueva York y en Le Cordon Bleu de la Anáhuac, reconoce que cada uno de los tamales llevan un peso estandarizado, es decir, pesa cada uno, así como los guisos con los que los rellena.
MARIDAJE PERFECTO
Otra de las delicias que ofrece Uribe Rangel a sus clientes son los atoles, pero olvídate del clásico arroz con leche o de fresa, él vende de chocolate blanco, nuez, cajeta, guayaba y avena con manzana y canela, entre otros.
Sin duda, otra de las ventajas de este negocio es el amable trato de los que trabajan en los carritos, siempre con una sonrisa y un buen gesto te atienden y te orientan sobre sus sabores.
POR DESTACAR
A simple vista es imposible no voltear a ver estos carritos de tamales, ya que las personas que los venden visten unas impecables filipinas y al momento de preparar las famosas guajolotas (tamal dentro de un bolillo, como si fuera una torta) usan guantes, sin duda, la higiene es uno de sus sellos característicos, digno de aplaudir y que te invita a disfrutarlos con mayor gozo.
Así que ya saben, la próxima vez que visiten la Central de Abasto o pasen por el Parque de los Venados, será muy fácil identificar estos carritos de tamales, ¡no se queden con el antojo!.
Pero si tu gusto por este rico antojo mexicano lo quieres llevar a casa o que sea el protagonista de tus eventos o fiestas, Pablo también cuenta con el servicio de pedidos, puedes contactarlo en: tamaleslacentral@gmail.com o 04455 3372 3192.
PASIÓN POR LA COCINA
“Originalmente quería poner carritos de comida, tipo food trucks, pero en un Año Nuevo, a la señora que hizo los tamales para la cena le quedaron crudos y me pidió ayuda para componerlos, y en ese momento me nació la idea de poner un negocio ”, afirma el joven empresario.
Asimismo, recuerda que su principal reto fue lograr que la salsa del centro no desapareciera, ya que los primeros que hizo quedaban secos. “Hacer tamales es como la repostería, es muy delicado y cuidadoso, pero la práctica es el mejor aliado”.
Diariamente se levanta a las tres de la mañana para preparar y guisar, ya que desde muy temprano tiene que repartir sus tamales entre los carritos que tiene en la Central de Abasto y el Parque de los Venados.
Lo cierto es que este exitoso empresario y chef mexicano no piensa dejar de vender en la calle, desde un principio confió en el negocio de banqueta y a corto plazo piensa continuar así.