Una sopa en memoria de mamá
Siempre he pensado que para festejar a mamá no basta un día, un mes o un momento determinado, podemos festejarla siempre, porque mamá está presente o estará presente en cada momento de nuestra vida. Aun cuando no está presencia, vive en nuestros actos, en nuestra educación, en tantos y tantos recuerdos.
Cómo olvidar esas tardes de infancia, cuando de niña llegaba de la escuela y ella nos recibía, a mis hermanos y a mí, con la mesa servida. Los aromas de su comida fueron más allá del olfato, se incrustaron no sólo en el paladar, sino en la memoria, en el corazón. Cómo no recordar su sopa de fideos, caliente, bien sazonada.
Esa sopa no sólo alimentó mi cuerpo, alimentó mi espíritu, mi vida entera. Mi mamá, que era una experta cocinera, al igual que la mayoría, sabía de marcas, de calidad; recuerdo que cuando íbamos al súper, íbamos al estante de las sopas, pero no le gustaba experimentar, iba a lo seguro, seleccionaba los paquetes de La Moderna.
Ahora yo que soy mamá sé por qué lo hacía, porque escogía la calidad, escogía la consistencia, el sabor, siempre nos daba lo mejor. No sólo nos entregaba una caricia en el hombro, en la mejilla, también nos regalaba una caricia en el alma tratando de que sus platillos fueran nuestro mejor banquete, y así lo fue.
He comido en los mejores restaurantes, con chefs de tres, cuatro o cinco Estrellas Michelin, con platillos inmaculados, bellamente decorados, servidos a la perfección, pero nunca con ese sabor de casa, de hogar. No habrá mejores fideos con pollo, no habrá mejor pasta seca, no habrá mejor sopa de letras, que la de mamá.
Ahora que mamá no está, siempre la recuerdo, siempre está conmigo presente, y trato de emular sus recetas, para que mis hijos, al igual que los hijos de Doña Lidia, recuerden mi sazón y que… cuando no esté, escudriñen en su memoria y puedan recordarme con algo tan simple, pero tan único como una sopa caliente, con una sopa que al primer bocado se sientan acariciados y queridos.
Mamá, en este día tan especial, como todos los días, te recuerdo y siempre te recordaré, así como a tus sopas.